La verdad es que aunque me gustó muchísimo la película, no sabría decir bien porque, no es que tenga algo especial como otras que he visto. Es simplemente una historia tan bonita, dulce, sincera y además realista y romántica que te atrapa poco a poco hasta que a mitad de la película estas completamente atrapado y trasladado a un pueblecito del mediterráneo después de la Segunda Guerra Mundial. El protagonista es el niño Toto, como le llaman todos, que se hace amigo inseparable del técnico que lleva el proyector del Cinema Paradiso. La verdadera fuerza de la película reside en el niño que interpreta a Toto, que mas listo y "mono" no podría ser. Y en el encargado del cine, que hace un papelazo con el que al final de la película puede hacerte llorar por cualquier chorrada. La película explota la melancolía desde su mismo inicio ya que comienza con la noticia de la muerte del encargado del Cine, a raíz de la cual el protagonista recordará toda la historia de su infancia t adolescencia.
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